PÁJAROS

 

Por qué me llaman

los pájaros del frío.

 

Cruzan los días,

los años de mercurio,

atraviesan la piel,

anidan en mi cuerpo,

dejan atrás mis sucesivos cuerpos

hilados por la fiebre,

hilados por un nombre

que apenas reconozco.

 

Quiero decirles

que no me llamo así,

pero ellos saben

algo que yo no sé

y les ofrezco

rescoldos de un temblor,

el calor que me falta,

mi menguada ración de paraíso.

 

Deletrean los nombres del invierno.

Pasan del blanco al gris.

 

Son un ritmo en lo oscuro.

 

 

 

LAMPENFIEBER

 

Su gesto taciturno

le hacía sospechoso

como quien, en vez de brazo,

tiene un ala de cisne

o debe su existencia a un sacrificio.

 

Difícil elegir

entre el silencio y las palabras

que dejan llagas en la lengua.

 

El recuerdo

de quien guardó su risa

más allá del deber y de la culpa

le aliviaba del peso de la luz.

 

Pero dolía el párpado.

 

 


FEBRÍCULA

 

Los hijos no conocen la fiebre de mercurio.

O tal vez sí

y siempre, en un rincón, aguarda

el juguete mortal:

ruecas, piedras, espejos,

una manzana con un solo mordisco,

la propia sombra

que juega al escondite.

 

Tientan voces.

Hay luces al final del pasillo.

No hay casa que no esté

habitada por fantasmas.

 

Escarcha ardiente,

la fiebre desordena los minutos.

Nombra la sed

de un corazón en blanco.

 

 

 

ANTES DE LA LLUVIA

 

Se demora la lluvia.

Envía sus pequeños emisarios,

pero tarda

demasiado en venir.

 

Quizás tiene miedo de pisar

ese puente tan frágil

entre el cielo y la tierra.

 

Acaso ya ha cruzado sin saberlo.

 

Se abren en la memoria

las sílabas del agua.

 

 

 

HERMANA ROSA

 

Y el animal me miró, se me caían las lágrimas: eran sus lágrimas.

Carta de Rosa Luxemburgo a Sophie Liebknecht

 

Rosa, ojos de búfalo,

búfala, perra, hermana

de los locos que lloran

lágrimas de caballo,

 

sigues ahí,

no se borran las marcas

del látigo en la lengua,

 

pétalo roto, rosa de los nadies.

 

 







JOSÉ LUIS GÓMEZ TORÉ (Madrid, 1973). Como poeta, ha publicado Contra los espejos (Premio de Poesía Blas de Otero, 1999), Se oyen pájaros (2003), He heredado la noche (2003, accésit del Premio Adonáis), Fragmentos de un cantar de gesta (2007),Un corte que no sangra (2015), Hotel Europa (2017) y El territorio blanco (2022). En 2019, apareció una antología de sus poemas con el título Llamarse nadie, con una selección a cargo de Óscar Curieses y de él mismo. Asimismo, es coautor, junto con la artista Marta Azparren, de Claroscuro del bosque (2011), cuyo texto fue incluido por el compositor Sergio Blardony en su obra "Entre dos extremos negros", estrenada en 2011 en Madrid, en el Auditorio Nacional.

Como ensayista, es autor de La mirada elegíaca. El espacio y la memoria en la poesía de Francisco Brines (2002, Premio Internacional Gerardo Diego de Investigación Literaria), El roble de Goethe en Buchenwald (2015), Extramuros. Escritos sobre poesía (2018) y María Zambrano. El centro oscuro de la llama (2020). En 2009 vio la luz su estudio Pedro Salinas, acompañado de una antología del poeta del 27, y, en 2015, su edición de Amadís y el explorador de Ángel Crespo. En 2023 se publicó su antología de poemas de Bertolt Brecht No pudimos ser amables, que constituye la selección más amplia traducida al español de los poemas del célebre dramaturgo.

Colaboró asimismo como autor teatral en la obra colectiva sobre el exilio republicano Guardo la llave, estrenada en 1999 en el Festival Internacional de Madrid Sur. La compañía El Tinglao ha llevado a escena su obra teatral infantil Lluvia pregunta por el Sol