PALETTA, Viviana, La espesura del cielo

Los Libros De La Mujer Rota, Madrid, 2024 


«El cuerpo de este libro» (Marta Aponte Alsina)

¿Dónde se sostiene el cuerpo de este libro? ¿Dónde la superficie de su escritura? Es la voz de una mujer encinta, acorralada, perdida en un bosque espeso. Opina, narra, describe, piensa, recuerda. Perteneció a un foco guerrillero y al parecer es la única sobreviviente. Habla sola, o solo piensa. Es joven; describe con lucidez la vida breve de su derrota, en aquel tiempo de resistencia continental a las dictaduras que sostenían regímenes capitalistas casi feudales. Contra ellas se alzó el idealismo vibrante de una generación. En cada página la voz registra su entorno y escarba memorias fugaces, pero minuciosas, de la casa de los padres, de unas labores de apoyo y alfabetización en un barrio pobre en la provincia de Buenos Aires.

Viviana Paletta es poeta de escritura finísima, pero su instrumento no es una voz lírica centrada en el yo. Desde la miniatura escribe épicas de guerra. La violencia arropa a Las naciones hechizadas, título de uno de sus libros. Es una épica mínima, muy fuerte, sin embargo, en la pequeñez del trazo. En esta, su primera novela, requintan los hechizos, desde la brutalidad de los poderes militares hasta el recinto pequeñísimo de un vientre de mujer encinta.




Leyendo La espesura del cielo recuerdo un fondo editorial brillante, que incluyó a Colette y a Villalonga, así como libros fundacionales de una izquierda radical, anarquista, entre ellos Cuentos completos de Rodolfo Walsh. La magnífica editorial Veintisiete Letras, fundada por Viviana y por María Moreno, tuvo una vida breve y un gusto furiosamente comprometido con la protesta y la belleza.

Esa línea conceptual se prolonga en la misteriosa escritura de esta novela que empieza a ras de tierra y culmina en un vuelo de la criatura sobreviviente, desarraigada de su tiempo y espacio, del cuerpo de la madre que no conoció. Es decir el o la destinataria de la voz en la espesura desconoce quién fue su ancestra, la voz que la autora ha venido tramando en su historia.

Quizás La espesura del cielo es un cambio de escala, no una ruptura. Quizás los tiempos afloran, con rastros vagos, pero indelebles, en el cuerpo de la hija, o del hijo sobreviviente.

La espesura del cielo es una novela claramente feminista. Quizás por serlo denuncia el lado oscuro del dogma de la guerrilla, así como la constancia genocida de los grandes poderes militares imperialistas. Es un testimonio generacional, construido a décadas de un proceso histórico que aún no se resuelve. Quizás desde esta escala global, desarraigada, que sobrevivimos, bajo un cielo espesamente intervenido por satélites, con genocidas como Trump, Netanyahu y Musk despedazando el Planeta, el lenguaje es una de las pocas armas que nos escudan, encendiendo pequeñas luces en la penumbra, como las palabras de La espesura del cielo; o, como la poética de Walsh sobre una novela que aspiraba a construir: “la preocupación obsesiva de todo escritor es descubrir el idioma exacto de sus narraciones, como si ésa fuera la única manera de hacerlo”. (Cuentos completos, p. 23). En todo caso, La espesura del cielo renueva los votos de la novela breve (esa maravillosa invención humana) como registro, resistencia, conmoción y obra de belleza.






Marta Aponte Alsina es autora de novelas, relatos y ensayos. Su dedicación constante al oficio de escribir y la calidad de su trabajo le han ganado un lugar en la literatura del Caribe y América Latina. En 1994 publicó la novela Angélica furiosa. Siguieron El cuarto rey mago (novela, Sopa de Letras, 1996); La casa de la loca (relatos, Alfaguara, 2001); Vampiresas (novela corta, Alfaguara, 2004); Fúgate (relatos, Sopa de Letras, 2005); Sexto sueño, (novela, Veintisiete Letras, 2007); El fantasma de las cosas (novela, Terranova Editores, 2009); Sobre mi cadáver (novela corta, La Secta de los Perros, 2012); Mr. Green (novela corta, Random House Mondadori, serie Flash de libros digitales); La muerte feliz de William Carlos Williams (novela, Sopa de Letras, 2015; la edición mexicana fue publicada por Editorial Calygramma en 2016); Somos islas (ensayos, Editora Educación Emergente, 2015) y PR3 Aguirre ( cónicas y ficciones, Sopa de Letras, 2018).

Sexto sueño recibió el Premio Nacional de Novela otorgado por el Pen Club de Puerto Rico. En 2014 le fue otorgada la cátedra Nilita Vientós Gastón, que confiere el Programa de Estudios de Mujer y Género de la Universidad de Puerto Rico. Editorial Dragomanni publicó en 2015 la versión italiana de Sobre mi cadáver. Ha sido editora de libros y revistas, entre ellos la antología Narraciones puertorriqueñas, publicada por Fundación Biblioteca Ayacucho. Cristina Rivera Garza la incluyó en una selección de 12 autoras imprescindibles de América Latina, publicada en la revista Publisher´s Weekly en 2018.


                           



«¿Qué dejaremos y a quién?» (Javier Sáez de Ibarra)


«Ahora, bajo la oscuridad sin resplandor que nos da la densa fronda de estos montes, una tregua en el tableteo de las ametralladoras y el zumbido de los helicópteros, deserta el cuerpo hacia un silencio táctil, fragante, que hasta parecen enmudecer los insectos y las alimañas, y siento esta criatura en mi vientre, nuestra». 

Lo adelanto: La espesura del cielo de Viviana Paletta, novela de breve formato, es extraordinaria. Podría decirse que ha partido de la imagen de su protagonista que, de por sí, impresiona: una mujer, guerrillera, perdida y sola en un bosque sin nombre, acosada por fuerzas enemigas, y embarazada. Camina por ese laberinto hambrienta, con sed, sucia, con el miedo continuo a ser localizada y muerta. Trata de sobrevivir habiendo descendido a una condición casi animal, y angustiada por cómo asegurar la vida a la criatura que alberga en su seno. La selva le ofrece una protección envolvente, al mismo tiempo que la engaña con referencias equívocas de otras presencias, sonidos amenazantes, luces y sombras que la desorientan, espesura que le oculta el cielo.

En su espantosa soledad se vale de su pensamiento y su memoria, de fragmentos de poemas y textos que la entusiasmaban. «Repetir para no salirme de la condición humana, repetir, repetirme deseos, ensoñaciones, pesadillas; también recitar versos sueltos sin correspondencia alguna, estrofas completas…». Por su monólogo constituido de retazos, sabemos que procede de Buenos Aires, nieta de emigrantes europeos; su conciencia social la llevó a alfabetizar en los barrios más pobres y, de ahí, a la lucha armada contra el poder. Forma parte de un grupo de jóvenes idealistas y generosos, dirigidos por un mando torpe y fanático. En él se enamora y mantiene una relación clandestina con un compañero. Se pregunta si también se ha extraviado o si ha muerto.

El personaje y sus camaradas se convierten, más allá del caso concreto, en símbolo de tantos grupos guerrilleros surgidos en América Latina con el aliento de construir una patria socialista que liquidara la desigualdad social, la opresión, el sufrimiento de las clases populares. Aquí no hay idealización ni tampoco arrepentimiento del personaje; la autora simplemente nos introduce en esa experiencia, merced a la potencia de un lenguaje que nos transmite el calor, el deseo de un espejo, la angustia, la esperanza. «Qué nos impulsa, porque permitimos con toda la conciencia aquello que nos entretiene, que nos desvía de nosotros mismos, de la llama tenue que quiere seguir, y que declina».

Las huellas de los combatientes se pierden, se difuminan, desaparecen. ¿Alguien las recordará? ¿Valió la pena tanta lucha, tanto sacrificio, tanta muerte? Y ese hijo aún no nacido que crece dentro de ella, ¿será una víctima más caída en la selva? ¿Tendrá una vida buena? ¿Recibirá de alguna manera el beneficio de la entrega que realizó su madre? ¿Le llegará a ella alguna noticia de todo eso? La novela nos hace sentir esas preguntas cuando acompañamos casi sin aliento la peripecia de esta mujer hasta un epílogo que se hace inolvidable.

Viviana Paletta exhibe un estilo lírico, expresivo, emocional, sensual, meditativo verdaderamente sobresaliente, fruto del acendrado trabajo de escritura que ha dado muestras de su calidad en tres libros de poemas; con uno, Las naciones hechizadas (Amargord, 2017), comparte su preocupación por el destino del individuo bajo el mayor de los males provocados por el género humano: la guerra. Y, frente a ella, la vida que vendrá.  

«¿Tu hijo se reirá como tú? ¿Será aguerrida y ocurrente esta nena tuya?», se pregunta. «Mi bebé flota su duermevela en una gruta de agua, salmuera bajo una tenue luz de cuarto creciente// Cuándo el virulento jadeo, la tela que se rasga sin testigos».





Javier Sáez de Ibarra (Vitoria, 1961) es escritor, autor de un libro de poemas (Motivos) y una novela (Vida económica de Tomi Sánchez). Es conocido sobre todo por sus libros de cuentos, seis, con los que ha obtenido el I Premio Internacional Ribera del Duero (Mirar al agua. Cuentos plásticos, 2009) y el XI Premio Setenil (Bulevar, 2014). Su última obra es Un réquiem europeo (Páginas de Espuma, 2024).