¿Por qué diferenciamos entre unos y
otros?
Chamseddine Marzoug
profundo.
La quemazón abisal,
dentellada de lobo.
esparcidos
mortajas
que flotan
insomnes
en su extenso basural:
un solo cuerpo subordinado.
cientos
miles
que soñaban
atravesando las dunas
caminantes exhaustos
del orbe
hambrientos
sedientos
y ahora descalabrados
por la infatigable rompiente meridional.
que petrifica
al mirar
al fiscalizar
al enumerar
desde las altas torres vigías:
marcial, hierática, voraz.
vertidos
en el damero
sin pulsión
del bosque marino.
el agua lo traspasa, el capital abreva,
la historia, la política.
Ni fetiche ni mercancía.
Flotan sin trasiego
en el abismo amniótico de los océanos.
Boquean las algas.
No hay gentilicio.
amontona.
de las muchedumbres:
sin sandalias, sin chaleco,
apretando una carta que se deshilacha
y se pierde.
los saqueados;
la tierra se desembaraza
del excedente.
para argonautas sin estrella.
No hay flores
ni nombre ni fecha:
el madero
transido de oleaje
se torna ceniza
sin arder al fogón.
en las orillas de bajamar:
alfabeto salobre
sobre el cieno
anudado de algas y tendones,
hueso y carne.
Versos desorbitados
y por siempre extranjeros.
de la tumba ahogada;
la escombrera tenue
de agua sobre agua
sin santidad
ni cántaro ni cántico:
un desgarro mudo que nos grita.
[para Chamseddine Marzoug, pescador, que entierra a los muertos sin nombre en la playa de Zarzis] en el día de #masacreMelilla
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