Toda la imagen está en el pie.

En cursiva.

Su fecha, los nombres

si se tienen.

El día histórico.

 

 Hay espesura

en esa carne

en la voz que se cercenó

de esos ojos.

 

 El aire

se inclina

estupefacto

sobre ese cadáver.

 

 Eso pasó: lo vieron

y lo enseñan.

 

 Pero nadie menciona lo excluido.

Lo que se quedó allí sin revelar.

Alguien con un grito ahogándose en el pecho.

La anodina víspera

para que esto sucediera.

 

 No nos transforma. Nos lo muestran.

La foto es literal.

También la palabra al pie.

Y el profundo silencio

que se mezcla en el polvo.


 * Este poema forma parte de Las naciones hechizadas, Madrid, Amargord, 2017 [tb. en Mérida (Venezuela), El Otro, El Mismo, 2010]